
La tormenta
El sol calcina la tarde era para un fines de enero
El monte lleno de duendes en un silencio placentero
¡Ahí van!
Por un camino de acequias y trinos de jilgueros
El pescador y el niño su inseparable compañero
¡El hombre! con sus historias y sus versos refraneros
¡Y el niño! agiganta pasos de un sueño aventurero
Una línea mansa descansa con un anzuelo de sueños
Y de pronto los sauces lloran por un viento bien matrero
De noche se viste el agua por las nubes que tapan el cielo
Abra que pegar la vuelta exclama el pescador a su ladero
Si mañana no ay tormenta y el sol quema el enero
Volverán por el camino lleno de acequias y jilgueros
El pescador con sus historias y sus versos refraneros
Y a su lado el niño con agigantados pasos de aventureros.
